Ficus
FICUS
Lo descubrí tarde,
porque abrí la puerta,
desnudo tronco madre,
con sus ramas, red de alma muerta.
Maceta de tierra yerma,
apenas sostiene en alto,
el mástil de faz enferma,
perecido y, sin encanto.
¿Cuándo te fuiste mi Ficus querido?
¿Cuándo te abandonaron tus hojas?
¿Que por débiles perdieron sus hijos?
¿Olvidando tu sed, que no moja?
Hubo culpas a otros,
acusados de no darte ayuda,
justificando a su antojo,
su alma sin fortuna.
¡Ay! de la muerte en vida,
que arrastra a dependientes,
y que por estar herida,
olvidó ser sirviente.
¡Ay! , pobre Ficus fallecido,
tronco inútil del olvido,
has muerto de pie muy herido,
por egoísmo de un sufrido.
Junto a ti ha fallecido,
una singonia delicada en esmero,
quien era tan bella y ha perecido,
helicoide desnudo, muestra empero.
Así es el amor perecido,
así es cuando el olvido,
lo alcanzó por merecido,
cuando es mucho… lo que se ha sufrido.
Todo por abrir la puerta,
del balcón del olvido,
donde solo plantas muertas,
aguardan del cielo… su final suspiro.
Renée Escape- Julio-2019-
Compartir en redes sociales
Esta página ha sido visitada 185 veces.